Por Brenda Goodman, Reportero de Healthday. 22 de abril (HealthDay News) -- Una pastilla podría funcionar
tan bien como dar unas cuantas caladas al usar marihuana para el
tratamiento del dolor, según un estudio pequeño, pero controlado de
forma cuidadosa. Sin embargo, el alivio del dolor obtenido con las
pastillas puede durar más y puede no dejar a las personas con el
sentimiento de estar tan drogadas como cuando fuman la droga.
La
marihuana con fines médicos es ahora legal en 18 estados y en el
Distrito de Columbia, según el grupo sin fines de lucro ProCon.org. Las
encuestas muestran que el dolor es una de las razones principales por
las que los médicos la recetan. Pero los estudios que prueban la
marihuana como medio de alivio del dolor han obtenido unos resultados
diferentes. Algunos han mostrado que funciona tan bien como los
analgésicos con opiáceos leves (narcóticos), como la codeína, aunque
otros han indicado que la droga en realidad podría hacer que el dolor
empeore.
Para averiguar algo más, los investigadores del Centro
de Investigación del Consumo de Sustancias del Instituto Psiquiátrico
del Estado de Nueva York compararon los efectos de dos dosis con
diferentes potencias de marihuana fumada con dos dosis con diferentes
potencias del fármaco dronabinol, que contiene tetrahidrocannabinol, o
THC, el mismo ingrediente activo que las plantas de marihuana.
El
dronabinol fue aprobado por la FDA en 1985 para el tratamiento de las
náuseas y la pérdida de apetito que normalmente sufren los pacientes de
cáncer y SIDA. Se sabe menos sobre sus efectos sobre el dolor.
Para
realizar este estudio financiado por el gobierno, los investigadores
contaron con 30 hombres y mujeres sanos, que no padecían de dolor y que
fumaban marihuana de forma regular.
Durante las cinco sesiones
experimentales, los participantes tomaron una cápsula y 45 minutos
después fumaron un cigarrillo de marihuana. Las cápsulas contenían un
placebo, 10 miligramos o 20 miligramos de dronabinol. El Instituto
Nacional de Abuso de Drogas de EE. UU., que financió el estudio, se
encargó de elaborar de manera especial los cigarrillos. Los cigarrillos
se estandarizaron de tal manera que contuvieran marihuana sin THC, una
dosis baja o una más alta de la droga.
Las personas del estudio
nunca supieron si estaban fumando o ingiriendo la droga, o qué tan
fuerte era la dosis. Los investigadores se aseguraron de que nunca
probaran dos veces la droga durante la misma sesión.
Días de prueba tuvieron
lugar al menos con dos días de diferencia, y se pidió a los
participantes que no fumaran la noche anterior a su visita al
laboratorio.
En varias ocasiones durante las sesiones, los
investigadores hicieron que cada persona pusiera la mano en un
recipiente con agua un poco por encima de la temperatura de congelación.
Midieron cuánto tiempo pasó antes de que los participantes sintieran
dolor y, entonces, cuánto tiempo eran capaces de tolerar el dolor antes
de sacar la mano del agua. Los participantes también respondieron
preguntas sobre la intensidad del dolor que sintieron durante los
experimentos y hasta qué punto se sintieron drogados.
Cuando los
investigadores registraron los datos, hallaron que tanto fumar la droga
como tomar la pastilla fueron igualmente efectivos controlando el dolor.
Después de fumar los cigarrillos con una mayor concentración o
tomar la pastilla con mayor dosis, las personas tardaron alrededor de 12
o 13 segundos más de promedio en informar que sentían dolor por el agua
fría en comparación con los que tomaron placebos. Ambas formas de droga
también aumentaron significativamente la tolerancia al dolor, la
cantidad de tiempo que una persona era capaz de soportar el dolor antes
de sacar la mano del agua.
Además, los participantes del estudio
afirmaron que el dolor disminuyó después de fumar cada cigarrillo de
marihuana con las dos diferentes dosis y después de tomar las cápsulas
de dronabinol de mayor potencia.
La mayor diferencia entre fumar y
las píldoras tuvo que ver con cuánto tiempo tardó la droga en funcionar
y con qué tan drogados se sintieron al usarla.
Los
investigadores hallaron que el alivio del dolor llegó al punto más alto
unos 15 minutos después de haber fumado la marihuana y desapareció de
forma relativamente rápida. El efecto de las pastillas tardó más tiempo
en hacerse sentir, pero el alivio del dolor duró tres o cuatro horas.
Los
participantes también afirmaron que se sentían mucho más drogados al
fumar la droga que al tragarla. El sentimiento de estar drogado
normalmente duró más tiempo que cualquier alivio del dolor
experimentado.
"Si se piensa en ello, si alguien tiene un dolor
crónico tendrá que fumar varias veces al día, y para muchas personas eso
no sería factible", afirmó la autora del estudio, Ziva Cooper,
profesora asistente de neurobiología clínica en la Universidad de
Columbia, en la ciudad de Nueva York.
Cooper también comentó que
tomar una pastilla podría ser un medio más seguro de tomar la droga que
fumarla. Hay cierta preocupación, aunque con pocas evidencias, de que
fumar marihuana podría aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.
El
Dr. Gary Reisfield, profesor asistente de medicina de la adicción y
jefe de los servicios de gestión del dolor en la Facultad de Medicina de
la Universidad de Florida, en Gainesville, alabó el estudio por estar
"bien concebido y diseñado meticulosamente".
Afirmó que la investigación debería ayudar a los médicos y pacientes a comprender mejor el uso de la droga.
"Fumar
cannabis funciona más rápidamente, pero el THC suministrado de forma
oral funciona durante más tiempo. Para el manejo del dolor crónico y
otros síntomas, la duración del efecto es a menudo más importante que la
rapidez con la que empieza a notarse. Es más conveniente, y con
frecuencia más deseable, administrar una medicación dos o tres veces al
día antes [que] cada dos o tres horas", afirmó Reisfield, que no
participó en la investigación.
Y por lo que se refiere al precio,
cuesta un poco más tomar de forma oral dosis promedio de la droga que
fumarla, según ProCon.org. Para un promedio de dos cigarrillos al día,
fumar marihuana cuesta unos 514 dólares al mes. La dosis habitual de
dronabinol, que es la forma genérica del fármaco Marinol, cuesta unos
678 dólares al mes.
Pero con frecuencia el seguro cubre el uso
del dronabinol, de manera que un paciente con seguro pagaría mucho
menos, entre 15 y 30 dólares al mes por su receta.
El estudio fue publicado en la edición del 22 de abril de la revista Neuropsychopharmacology.
Más información
Para más información, visite el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
© Derechos de autor 2013, HealthDay
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