El dolor no se puede decir que sea una experiencia meramente humana. Todos los animales sienten dolor. Mas una cosa es sentirlo y otro manifestarlo con nuestros parámetros, desde luego. Si aceptamos la teoría de la evolución entonces llegar a la conclusión que el dolor antecedió al hombre no es difícil. Pero cómo podemos comprender todo si nosotros mismos no nos comprendemos como hombres?
Aún cuando estamos en desacuerdo con la nada marxista teoría de que Eva fue la iniciadora de la historia del dolor humano explicitada en la iniciación del artículo éste es un interesante recorrido por el dolor humano y de sus investigadores por mitigarlo (ver: La larga historia contra el dolor). En el mencionado veremos la lucha que el hombre ha enfrentado contra el dolor en toda la historia de la humanidad.
“Ya lo dijo Séneca: “el dolor está extendido en la Tierra en proporción infinitamente más vasta que la alegría. Quien crea que no ha sufrido, solamente tiene que tener un poco de paciencia” (ver: Historia del dolor ). Y eso que el gran filósofo hablaba sólo del dolor humano.
“Ya lo dijo Séneca: “el dolor está extendido en la Tierra en proporción infinitamente más vasta que la alegría. Quien crea que no ha sufrido, solamente tiene que tener un poco de paciencia” (ver: Historia del dolor ). Y eso que el gran filósofo hablaba sólo del dolor humano.
Y es por ello que nos interesa enfatizar que los animales, las plantas, y el planeta mismo sienten. Lo que pasa es que los seres humanos somos incapaces de percibir ese sentir, y entre esas sensaciones la de sentir dolor, así como tampoco tenemos la sensibilidad de percibir y menos sentir el dolor ajeno. Entendemos que alguien tenga dolor si tiene una herida, o sufre un accidente y está herido, o tiene una enfermedad orgánica; pero no lo entendemos cuando el ser humano tiene lo que apenas ahora estamos vislumbrando: las enfermedades con bases cerebrales, psíquicas.
Entonces podríamos decir que el dolor es una experiencia para todo lo que esté vivo. El ser vivo implica la capacidad de sentir alegrías, tristezas, emociones, amor, hasta sentir dolor. Ello nos lleva a pensar que lo inanimado es incapaz de sentir dolor. Mas qué somos los seres humanos sino un súmum dialéctico-dialógico de moléculas, de átomos. Que confiere entonces la capacidad de estar vivo y sentir dolor? El tiempo, nos dice Prigogine. La vida es el tiempo inscrito en la materia.Y el discurrir del tiempo nos posibilita un sentir. Por el tiempo podemos tener la capacidad de sentir dolor.
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